Tras los golpes que ha recibido en los últimos meses, Antonio pelea por recuperar su sitio. Se resiste a perder sus estatus. Ha pasado de director general del Ministerio de Agricultura a no tener nada. Menos a su familia, ha perdido todo lo que con tanto esfuerzo consiguió. Recuperarlo no va a resultarle fácil. Las oportunidades son escasas para empezar otra aventura profesional, sobre todo para alguien como él, al que le sobran años y le faltan estudios. De ahí que insista a Carlos, ahora que ha terminado la mili, en que se matricule en ICADE. Antonio considera que su paso por este prestigioso centro no sólo será importante para su formación, sino para adquirir unas amistades que pueden venirle muy bien en el futuro. Pero Antonio no es el único a quien la suerte parece haberle dado la espalda: Mercedes, como tétrico regalo de su 50 cumpleaños, debe afrontar uno de los golpes más duros de su vida.